Hablemos de una de las más antiguas fuentes de sabiduría, bienestar, salud, felicidad y realización que conocemos: AYURVEDA, la ciencia de la vida y la longevidad y su profunda conexión con la Ecología en todos los aspectos que componen la existencia, ambos conceptos expresan una idea esencial común que se extiende a la misma vida.
Todo lo que existe hace parte de la creación, somos parte y manifestación de esa fuente a la que llamamos divinidad. Esto incluye a todos los reinos de la naturaleza, mineral, vegetal,animal, humano y a toda expresión de la creación, ya que todo lo creado es Sagrado y comparte con nosotros esta posibilidad que llamamos Vida.
Las principales religiones del planeta se basan en la misma ley: el Amor, el respeto y la compasión. Vivir en Ahimsa, es decir, sin violencia, es una ley fundamental de la vida, no producir daño, ni dolor a ningún ser viviente, es fundamental para avanzar en el camino de la evolución, en esto, la ecología y las creencias espirituales están en estrecha concordancia.
Cuando nuestras decisiones y actos alteran el bienestar de la vida, en cualquiera de sus manifestaciones estamos generando Karma y aunque aparentemente lastimamos a otros, en realidad nos lastimamos a nosotros mismos ya que somos una red y el otro, es otro yo, ya que todos somos uno.
La diversidad es una expresión de la riqueza de la creación y cada sistema tiene individuos con distintas expresiones que son precisas para sus funciones, por esto el desarrollo de nuestras potencialidades se basan en el descubrimiento de nuestra propia singularidad, de nuestra esencia única,de esa nuestra magia; la honestidad de lo que somos es lo que tenemos para vivir y para compartir.
El desarrollo humano integral es la base de una humanidad conectada con su propósito, que puede vivir en abundancia haciendo lo que ama.
Para esto es fundamental entender que somos diferentes, es más, somos únicos y solo conociendo y respetando esas singularidades podremos florecer como individuos y aprovechando esos talentos diversos únicos, podremos convertirnos en un ecosistema sano, abundante y pleno.
Cuando tomamos decisiones sobre lo que vamos a consumir, teniendo en cuenta primero, nuestras verdaderas necesidades, aportando los alimentos de mayor calidad vital posible y los estímulos y actividades que brindamos a nuestros cuerpos mental, emocional y espíritual son acordes a nuestros requerimientos, de la mejor calidad posible y en la menor cantidad necesaria, entonces, estamos en armonía. Podremos desarrollar un estilo de vida que mantendrá la salud y el bienestar.
Somos un ecosistema, una red tejida por la delicada trama de la creación y hacemos parte de la naturaleza y de la madre tierra, nuestros actos afectan la vida y a los demás habitantes del planeta y a la vez somos afectados por los actos de otros, entonces TODOS somos RESPONSABLES de mantener el EQUILIBRIO de la vida.
Teniendo en cuenta esto aquí vemos algunos principios básicos para mantener la armonía en nosotros y nuestro entorno:
Cuidemos el cuerpo que es el vehículo que nos lleva a la meta, para conocer el alma, tener un cuerpo saludable es de gran ayuda. Hay que respetarlo, cuidarlo y limpiarlo y para encontrar la dicha y la plenitud hay que hacer lo mismo con el planeta que habitamos.
Mientras no establezcamos relaciones de respeto con la Madre Tierra y con toda la vida, seguiremos sufriendo los efectos de nuestros actos.
Cada que vamos a actuar, preguntémonos qué vamos a crear, qué estamos apoyando, qué estamos patrocinando.
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